Un poema de amor se escurre por mis dedos
en esta tarde herida donde tu voz es meta,
un poema que, acaso, ha de nacer torcido
con dos alas de cera, sin el pan bajo el brazo.
Me llena, me acompaña, me salva de estas horas
en las que apenas puedo vivir con tu recuerdo,
me deja en los bolsillos nebulosas azules,
en la boca cascadas y en el alma diamantes.
Un poema me cubre simplemente al pensar
en el mar de tus muslos y en la miel de tu espalda,
un poema sin título, porque cómo llamarlo
si tu nombre es la lluvia que ciega mis sentidos.
Es inútil negarse al corazón que vuela,
a la mente que sueña, a la mano que llora,
es inútil buscarte por áridos despachos,
por gruesos expedientes, por papeles infames.
Un poema de amor se anuda en mi garganta,
se desangra en estrofas que recuerdan tu boca,
mientras el tiempo oxida la piel de los bolígrafos
y una arruga se extiende sobre un papel en blanco.
© Juan Ballester
Juan, «poema sin título para una tarde gris», tiene amor y logradas imágenes que iluminan esa tarde gris, es una grata lectura, va mi saludo
Betty
Gracias, Betty, agradezco tu amable comentario y me alegro de que te haya gustado el poema.
Juan, excelente poema de amor y de recuerdo. Los dos últimos versos, grandes, de veras. Enhorabuena y saludos, Juan Antonio.
ME GUSTO, EXCELENTE!!!