Muere el escritor Fernando Marías.
El escritor bilbaíno Fernando Marías,(1958-2022) nos ha dejado esta noche a los 63 años tras una larga carrera literaria llena de creatividad, exploración de nuevos caminos, inventor de conceptos culturales, proyectos, libros y premios.
Para Canal Literatura, y para mí como directora, supone además la pérdida de uno de nuestros más carismáticos amigos, que comprendió rápidamente en qué consistía la labor de esta comunidad a la que se sumó con gusto. Fue el presidente del VIII Certamen de Narrativa Breve 2011 y a partir de entonces la amistad y colaboración fue permanente. Escribió el prólogo del libro “Relatos en el Canal VIII” que se publicó dos años después y en el que nos dejó maravillosas reflexiones, entre otras estas palabras que ya son vivo ejemplo de lo que hoy vivimos diez años después:
«La literatura es un puente entre dos corazones humanos, el que se expresa mediante la palabra escrita y el que, al otro lado, recibe esa palabra y se emociona con el sentimiento que contiene. Lo demás son detalles.»
Nuestro agradecimiento más sincero por sus colaboraciones, sus palabras, que desde este lado nos emocionan con gran sentimiento, aunque invadido hoy por el vacío que nos deja su repentina e inesperada marcha.
Descansa en Paz amigo, nos dejas un maravilloso ejemplo de valentía.
Luisa Nuñez
CEO del Portal Canal Literatura
Especialista Universitario en Sistemas Interactivos de comunicación.
Os dejo un pequeño vídeo de la entrega de premios del año 2011 y la presentación del libro en enero de 2014.
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Raquel Lanseros y Fernando Marias se conocieron en la entrega de premios del año 2011 en Canal Literatura y por eso queremos compartir el texto que nuestra querida amiga-hermana, rota de dolor, ha puesto en la redes en este momento aciago.
Desde aquí todo nuestro amor y apoyo Raquel: «Álzate contra el viento, hermana mía»
«Hay días tristes, días desoladores, días negros y días como hoy que simplemente no deberían ocurrir jamás. Heraldos negros que nos manda la Muerte y abren zanjas oscuras en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Escribo esto, amigo mío del alma, soñando no tener que haberlo escrito nunca. Te conocí hace diez años y cuatro meses exactos. 3770 días en los que tu luz me ha arropado como un manto de oro y ha hecho de mi vida un lugar mejor, más habitable y lleno de alegría. Nos quisimos nada más conocernos, irremediable y dulcemente, como sucede muy pocas veces en la vida. Aunque ahora que lo pienso, a ti te queremos decenas y decenas de personas porque tu bondad y tu generosidad son tan evidentes que nadie que te conociese podía dejar de hacerlo.
Fuimos hermanos, cómplices, confidentes, compañeros, amigos tiernos del alma siempre dispuestos a sostener y a abrazar, a consolar y a reír. Volamos a través de los océanos y los bosques, las lunas y las montañas, nuestra imaginación se unía en un poderoso impulso creativo que nos convertía en gigantes.
Bendigo tu presencia en mi vida como un alto regalo, como el infinito honor que ha sido disfrutarte. Cada segundo pasado junto a ti es una plaza llena de flores en cuyos bancos me sentaré mientras respire.
Hoy te me acabas de ir como del rayo, amigo de las entrañas, con quien tanto quería. Y quiero minar la tierra hasta encontrarte y besarte la noble calavera y desamordazarte y regresarte.
Hoy no hay extensión más grande que mi herida y siento más tu muerte que mi vida.
Allá donde estés, gracias. Gracias, gracias, gracias. Te quiero, compañero del alma. Te quiero, @fernandomariasoficial
Raquel Lanseros