Perdone señor, que lo abrace. Por Yolanda Sáenz de Tejada

Yolanda Saénz de TejadaUtilizar la poesía para hacer una gestión más humanista, honesta, humilde y con humor de las personas en las organizaciones… 

Este viaje en tren demandando ternura, obligando casi…va dedicado hoy a Estrella, por utilizar y gastar mis versos en sus habilidades directivas (y por mezclarlos con mi maestro Juan Carlos Cubeiro).

 

Perdone
señor,
que lo abrace. 

Ya sé que está
usted leyendo y
que en el tren
no se debe
estrujar
al que tienes al lado;
pero yo,
señor,
estoy hoy
tan triste…

 Así,
muy bien,
déjeme amasar su
pecho y
oír los latidos de
sus ojos.
Déjeme
(también)
volar en su
aliento y acariciarle
la yema de los
sueños.

Si me permite,
voy a reclinar su
asiento
—hace tanto tiempo que
no hacía esto…—.

Perdone
señor,
que lo abrace.

 Últimamente nadie
me quiere
y mis costillas se
fragmentan con
el frío
(se me han ido
borrando hasta los
lunares).

 Adiós,
señor,
ha sido un placer
viajar aferrada a su piel

 Usted no lo sabe,
pero mientras dormía,
le he robado
un beso y
(le prometo que
ha sido
sin querer)
la cartera.


Yolanda Sáenz de Tejada
Colaboradora de esta Web en la sección
«Tacones de Azucar»

Blog de la autora

Un comentario:

  1. Hermosas palabras que tratan de sacar ese perdón «por estar ahí, tan cerca», sin que el afectado se de cuenta.
    Feliz día,
    Rafael

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