Molinero. Por Juan A Galisteo (Galeote)

Molinero,
no me olvides, que me muero;
¡déjame libres mis brazos!
yo no soy tu prisionero.
En las tierras de La Mancha,
en esos fríos de Enero,
cuando cae la nieve blanda
y golpea el aguacero,
todos los campos se anegan;
allí, en medio de un sendero,
yo me quedo solo y triste,
helado, como el acero.
Molinero,
no me dejes, que me muero.
¿No recuerdas esos años,
cuando el viento fuerte y fiero
soplaba mis tiernas aspas?
tú, como un caballero,
me defendías ufano
dándome un vaivén ligero.
Y aquellas noches de luna,
en la inmensidad del cielo,
cuando dormías conmigo
hasta salir el lucero…
¡Ay! qué tiempo tan lejano
compañero.
Llegaban de la besana,
carretas y carretero,
todas cargadas de trigo.
Hoy, los tiempos han cambiado;
ya no viene el molinero
a visitar su molino,
ni a elaborar ese pan
con trigo mi granero.
Yo, que he visto cien batallas,
y a espaldas del gran guerrero,
al valiente y al cobarde,
al leal y al traicionero;
que he dado sombra al gañán
lo mismo que al forastero,
sin desdeñar su sombrilla
o el ala de su sombrero,
ya no tengo quien me ofrezca
su gracia y gesto sincero.
Aquella estrella de allí,
la que orienta al viajero,
y a todo viento que sopla
como si fuera un velero
lo empuja sobre mis aspas;
esa, que me ha prometido
brillar un milenio entero,
será mi fiel compañía…
Y a ti, mi querido amigo,
que desde Marzo a Febrero
todos los meses del año
con añoranza te espero,
¡ven y libera mis alas!
es todo lo que yo quiero.
Molinero,
si tú me olvidas, ¡me muero!

Autor: Juan A Galisteo (Galeote)
Del poemario Romances en la penumbra.

4 comentarios:

  1. Morimos si olvidammos toda la belleza y la magia que nos une a nuestra tierra; si olvidamos quién hacía esa bendita molienda sin desfallecer…

    ¡Bellísimo, Juan!

    Un afectuoso abrazo de inmensas letras…:)

  2. Gracias por tu comentario y por tu sensibilidad, Mar. A veces, podría decir casi siempre, las personas nos aferramos a buscar la felicidad por otros derroteros y lejos del ámbito social que la realidad natural nos permite, olvidando que nuestras propias raices, las de siempre, están muy cerca de nosotros mismos, incluso hasta la propia felicidad que se compone de cosas sencillas y no complicadas. Si quieres leer mis poemas, tengo abierto un sencillo blog donde los voy registrando.
    http://poemasparaelrecuerdo.blogspot.com

    Un fuerte abrazo compañera

  3. Me gustó el recorrido de vida y tierra de todo el poema, fue un verdadero gusto leerte.
    Un abrazo
    Betty

  4. Gracias Betty, por tu comentario. Desde aquí, del otro lado del Atlántico, yo os concedo también un voto a vuestra cultura, que es también la nuestra. Hay que dejarla que trote como el pingo de tu poema. Un abrazo literario. Juan A Galisteo (Galeote)

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