A mí
me gustan la leña
y el vino,
el flamenco
inesperado
y tu boca
en el quicio
de mi falda.
A mí me gusta
volver a media noche
sin haber probado
una copa,
pero con medio
litro de alcohol
en las venas;
sin futuro
inmediato y
con un presente
brutal y
continuo
en las medias.
A mí me gusta
la vida,
señores, y
a estas alturas
de la película
no tengo
por qué esconderlo
(y, aunque esto
no rime,
sólo por hacerte
feliz
terminaría confesando
que soy la asesina
de la peli).
Yolanda Sáenz de Tejada
Colaboradora de esta Web en la sección
«Tacones de Azúcar»
Va a ser eso: que siempre llevo pantalones y nadie les encuentra el quicio.
No, en serio, me encantan tus versos, que yo definiría de la felicidad, de la vida; que se derraman por el folio (tú me entiendes) con la frescura del agua en una fuente.
Mil gracias.