Regreso del destierro de los labios,
exhaustos por el abuso, al tejado de la misericordia.
El pozo amargo de una ciega epidemia
te busca incansable,
para perderse en las paredes del músculo
mordido desde su centro.
La imperfección es solo un pétalo más
en las incontables corolas de las hortensias.
Llegarán los días santificados donde reconocernos
y la sed
poblará los sauces desvirgados a la lágrima.
Recuérdalo siempre,
me haré junco avariento, o pájaro retornado
algún marzo de estos.
Y en esta espera
acepta gozoso la esquirla de las aguas
que riegan este lodazal que me habita.
Juro que el acto premonitorio
de salpicar tu paciencia con esta fe de vida
es involuntaria forma
de macerar entre las proféticos relojes
las horas que nos quedan.
Pilar Gorricho
Pilar me encantan sus poemas. Son un molde sabio que da forma a lo intangible. Desentrañar la perfección de lo imperfecto; eso indudablemente es parte excelsa de la poesía.
Un abrazo y mi admiración.
Me sumo a la admiración y al abrazo de Ameli. Y, por mi calidad de imperfecta, me quedo con este verso: «La imperfección es solo un pétalo más
en las incontables corolas de las hortensias».
Precioso, Pilar. Ahora cuando oiga «marzo» me acordaré siempre de ti. Un abrazo.
Muchas gracias mis queridas amigas por leer y comentar. Sois tremendamente amables conmigo.bs