A Borbotones. Por Luis Oroz

No fue sólo el silencio,
ni siquiera el vacío, que te deja en los ojos
dos palabras dormidas,
no fue la incompetencia del amor
que arrastra los escombros de una voz inaudible.

No fueron las persianas del invierno,
ni aquella realidad que nos predijo
el orden de la risa.

Tampoco fue la muerte,
(porque el dolor enciende 4 lámparas en mitad del futuro)
ni fue la soledad con su cielo de plástico,
ni toda la memoria comprimida
en el pequeño frasco de la ausencia.

Solo sé que los sueños han abierto los brazos,
que en esta oscuridad distinta a todas
ha colgado sus flores,
su inacabado corazón de pérgola,
que nuestro aliento cruza
la evaporada piel de las respuestas,
que vivo a borbotones mientras sangra la luz
por esta nueva herida que amanece.


Luis Oroz
Blog del autor

Un comentario:

  1. Precioso poema Luis, y que belleza de imágenes, el final rotundo y espléndido.
    Abrazossssss

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