Divorcio en Buda. Por Brisne


Sin embargo, todo cobra sentido si está Anna. La vida.., la vida es Anna.

Divorcio en Buda es un libro de Marai acerca del amor, del significado de la vida y de los celos. Imre Greiner solicita el divorcio de su esposa Anna Fazekas y el encargado de disolver su divorcio es el juez Kristóf Kömives, antiguo compañero de estudios de Imre Greiner y que había tenido algún encuentro con Anna en su tierna juventud sin decidirse a cortejarla.
Marai nos describe una vez más el ambiente de la burguesía húngara, de sus criados y sus casas, sus relaciones sociales y la conciencia de clase que se respiraba en esa sociedad húngara.
Mientras paseaba por sus primeros capítulos no podía dejar de volver la mirada una y otra vez a Confesiones de un burgés.
Son sus vivencias relatadas por el juez Kristóf Kömives, sus casas, sus amigos, los amigos de sus padres y una sociedad que murió con la Segunda Guerra mundial. Una sociedad que obsesionaba a Sandor Marái, una sociedad que queda lejos y resulta extraña leída ahora, a principios del nuevo milenio. Pero luego hace una reflexión hermosa sobre el amor y la dependencia de los esposos. Pese a vivir la misma época Kömives y Greiner representan dos tipos vitales totalmente diferentes. Kömives es el típico burgués húngaro, con esposa a la que parece no amar demasiado pero con la que convive feliz y sus dos hijos. Hombre centrado en su posición y en su trabajo del que es una apasionado y que lo define como persona, Kömives es un juez.
Greiner representa sin embargo otro tipo de hombre, centrado en el amor, casi diriamos enfermizo por su mujer, su objetivo vital es amar a Anna y recibir también el amor de ella. Amor que no consigue porque Anna tiene un secreto. Toda la vida de Greiner representa la lucha por el amor de su esposa, es por ella que es un médico de prestigio, es por ella que vive, respira por ella. El final, cuando Anna ha fallecido es inevitable.
Representan dos tipos de una época pero en el fondo en todas las épocas nos encontramos con gentes así, quizá eso sea lo mejor de la novela. Ver dos tipos de personas de las que aún te cruzas por la calle, claro que ahora, ambos estarían llenos de prozac y tranquilizantes.


Brisne
Blog de la autora.

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