Ojos, tuercas y tornillos. Por Ángeles Nava Martínez

Hago caso de los pájaros, del silencio, de la noche despintada, del rumbo aquel que me traiciona. Aún conservo la mirada despierta, los ojos con esa disposición arrebatada de los demás. En mi bolsillo guardo los sonidos que son como llaves, tuercas, tornillos, rondanas; las palabras que son como nube, color de atardecer, flores amarillas. Sé que el hilo trabaja para alguien, que no son de seda sus guantes, que los espacios entre letras también le hablan a uno, que de vez en cuando siento un hambre … Veo debajo de las suelas las trampas, los lechos donde me empeño en flotar. Acaricio con una ternura única los halagos regalados: el carmesí de mi autoestima.


Ángeles Nava Martínez

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *