Lola Corquete, la brava fundadora de aquella “Asociación Feminista Radical”, era una mujer con una inteligencia y un tesón dignos de elogio. Desde que empezó sus estudios de medicina, tenía en la cabeza la especialidad que deseaba ejercer, pero a pesar de sus brillantes estudios, tal especialidad siempre se le resistió. Sus padres le aconsejaban que escogiera otra, pero ella se resistía.
―Mujer, ¿por qué no quieres ser médica de niños? —le decía su madre.
―Pues donde estén pulmón y corazón que se quiten todas las demás especialidades; eso sí que es una cosa seria ―le aconsejaba su padre.
Pero ella, tenía una vocación bien arraigada y no les hacía caso.
Al final, tras largos años de intentos frustrados, le llegaron los éxitos universitarios y laborales, pero en otra especialidad, y tuvo que conformarse con la dirección del departamento de Neurocirugía, del mejor centro hospitalario del país, sin embargo, no logró llevar a término la que siempre fue su vocación.
Aún hoy día, la feroz feminista, siente una decepción cuando pasa por delante de departamento de Urología, y una sensación entre encono y envidia, al leer el letrero indicador de: “Sección de Vasectomías”.
José María Araus
Una vida resumida en cuatro renglones. Un ejercicio interesante de concreción. Estupendo, José María.
Lola… ¡Me gusta ese nombre! 😉
Con la feroz feminista has conseguido que pase un rato muy alegre 😀
Buenísimo. Otra alternativa muy refinada (y muy retorcida) de llevar a cabo una venganza. Sólo una correción, de un texto por lo demás muy correcto. Yo puntuaría así esta frase:
«tuvo que conformarse con la dirección del departamento de Neurocirugía del mejor centro hospitalario del país. Sin embargo, no logró llevar a término la que siempre fue su vocación
Saludos
Qué alegría Ambrose, que hayas leído mi relato y lo hayas comentado. Yo sigo aún con el estupendo recuerdo del verano pasado entre relatos y comentarios, y ya estoy esperando el próximo. Sigo añorando todo aquello y a tantos amigos como tú, Rafael, Júpiter, Nosqui, Malanda y tantos otros que harían la lista interminable. Espero que te animes y nos premies con algún relato tuyo en este blog. Sería estupendo. Lo que me dices de la puntuación de esa frase, tienes razón, queda mucho mejor como tú dices; pero como recurro a Webs (no se si se escribe así) de «Aprenda a escribir en quince días» y cosas así(me hace tanta falta…), en algún sitio creo que he entendido que no se debe comenzar una frase con una conjunción, pero a partir de ahora me olvidaré de lo de las conjunciones, porque queda mejor como tú dices.
A lo dicho, que es una alegría y que muchas gracias.
Un abrazo, José María