Levantarse temprano, como antes, despertar a los trinos, husmear en los nidos de cigüeñas y correr tras el viento, a ras del viento, persiguiendo estrellas en un campo sembrado de patatas.
Sonreír tal vez por vez primera durante el día y tomar un café negro y bien cargado rebosante de aroma y en la única compañía de una sombra amistosa.
Sonreír tal vez por vez primera durante el día y tomar un café negro y bien cargado rebosante de aroma y en la única compañía de una sombra amistosa.
Duplicar los deseos, por si acaso…
Me llevarás de la mano como a una niña chica que necesita atenciones y sentirse segura para iniciar sus pasos y me dejaré llevar porque seré como una hoja seca y sin voluntad aunque tal vez ande añorando algo que no acierto a comprender de qué se trata…
María Dolores Almeyda
Observo que el levantarse temprano no es un deseo duplicado.
¿Es por algo en concreto?.
Un saludo