Gaviota: Cadencia rítmica, una entre cientos, suspendida en el azul de libertad y brisa marina. Gaviota soy yo, y tú, que estás leyendo y que también formas parte de la bandada y tampoco eres como los demás. Tú también eres gaviota.
Añoranza: Esa bocanada tibia de imagen tornasolada, de olor a ungüento antiguo y rumor de agua, que se resiste a convertirse en lágrima y resbalar, dejando apenas leve trazo de su paso, en su fluir, mejilla abajo.
Violencia: Es hija de la desesperación y de la propia incapacidad de habitar la armonía: es fruto intempestivo que esconde un largo periodo de gestación y frustración.
Idiotez: No es cualidad permanente –ni inmanente–, aunque puede hacerse crónica y endémica, sin que el idiota sea capaz de advertir su necedad.
Olvido: Antónimo de la añoranza. Restos del pasado que afloraron, prestos a ser aventados, desde el agua de esa lágrima que sí consiguió brotar. (Vid. supra: Añoranza).
Tiempo: Promesa enlatada, viento en la tinaja de Pandora de ilusión, como ilusión que es, como invento intangible, parido por la imaginación humana.
Alegría: Es la medida de todas las risas; las visibles y las invisibles.
Sensatez: Opción estética, poética y romántica que escapa de un mundo ensimismado en la lujuria colectiva. Placer de sorprender a la razón en su escondite y atreverse a pasearla y defenderla.
Deseo: Voluntad premeditada, confesable o inconfesable, deliberadamente irresistible, que seduce, que enternece, que obnubila o que arrastra.
Equilibrio: Capacidad de seguir en pie, evitando caer inútilmente, resistiéndose a la fuerza de la gravedad de las cosas y las personas, compensando, manteniendo limpios y operativos los conductillos semicirculares del laberinto óseo y evitando perderse en otros laberintos, menos fisiológicos y más inextricables.
Aliento: Desagradable o imprescindible.
Insoportable o imperceptible.
Ajeno y nuestro.
Zigzaguear: Sobrevivir, jugando al pilla-pilla con la pena o con la muerte, esquivando el zarpazo (también con zeta). O bailar entre dos aguas o dos mundos, con gráciles pasos de danza improvisa-dos al azar, al compás de los acordes de la vida.
Ocaso: Esperanza de un nuevo amanecer.
Ganancia: Concepto que no tiene nada que ver con la matemática ni con ninguna teoría económica. Una ley básica rige las fluctuacio-nes de capital de los sentimientos: Todo incremento del sus-traendo de cariño implica necesariamente un aumento aritméti-co, directamente proporcional, del minuendo y una explosión geométrica del resto del amor, ganancia a repartir generosa-mente mediante nuevas sustracciones.
Utopía: Es dejarse conmover por una idea, navegar por las antípodas de la materia gris y desatar el corsé, soltar amarras. Es la clave secreta, la llave maestra que permite abrir y dar rienda suelta al caudal de la creación, de la bondad, de la capacidad de ac-ción que atesora todo ser (más o menos) humano.
Error: Concepto afortunado que libera de la pesada carga de la perfec-ción. Bendita debilidad que nos impide ser pasto de la sober-bia. Pretexto para pedir en voz alta comprensión y cariño. Y herramienta para madurar.
Trinidad Pinazo
Se distribuye el número 308 de Gaviotas de Azogue con el acróstico del mismo nombre de la escritora española Trinidad Pinazo, conjunto marcadamente poético de hermosas definiciones escrito en homenaje a los ocho años de esta colección, con la que se inició en julio del 2007 Ediciones COMOARTES.
Preciosas, sabias, originales definiciones.
Gracias y un abrazo.
Muchas gracias, Amelia,
Faltan algunas definiciones para completar el acróstico «GAVIOTAS DE AZOGUE», que existen, pero no deben haber tenido cabida en el blog.
Corresponden a las cinco últimas letras.
En este enlace se puede acceder al acróstico completo:
No se merecen, su trabajo sí las merece. Me encanta poder disfrutarlo al completo. No nos prive en un futuro de sus letras, son de una singularidad preciosa y. encontrarlas aquí, ha sido un regalo.
Otro abrazo.
Subsanado el error. Ya está completo. Gracias por advertirnos. Saludos.