Aprovecho. Por Anthony Yupanqui Lorenzo

Aprovecho el invierno para ir a la playa. Me emociona el silencio, la brisa en la cara, la tos, la gripe, las caras tristes de los pescadores y el olor a mingitorio, a vómito, a no sé qué mineral volcánico.
Aprovecho la lluvia para caminar; para caminar y, sobre todo, para mojarme la ropa.
Aprovecho los feriados para trabajar el doble y parecer el hombre ocupado que no soy.
Aprovecho el Facebook para molestar a los que no me caen bien, para desilusionar a las personas que me quieren, para que mis amigos –que en la vida real son muy pocos– se ahorren la fatiga de visitarme, de salir conmigo y de intentar entenderme.
No aprovecho bien el tiempo, siempre me sobra demasiado.
No me aprovecho de la buena situación de mis padres, he aprendido a vivir con mis propios recursos, a veces con austeridad y otras con opulencia.
No me aprovecho de mis amigos porque no los tengo. Y los dos o tres que, digamos, son mis amigos, jamás están conmigo. En consecuencia no podría aprovecharme de ellos.
Aprovecho ir a las librerías para memorizar el título de los libros que compraré Amazonas.
Aprovecho mis cumpleaños para conseguir más libros originales –valga la aclaración– como regalo. A cada familiar bien avenido le corresponde uno o más títulos diferentes, según su status económico.
No me aprovecho de mi chica cuando salimos a pasear, más bien ella se aprovecha de mí.
A veces aprovecho una sala de cine para dormir.
Aprovecho la ciudad satélite de Santa Rosa para comer Tacacho con Cecina; la avenida Arica para comer sándwiches de pavo; el parque Kennedy para comer una riquísima mazamorra sucia; y Larcomar la aprovecho para ir al baño gratis.
No me aprovecho de los ingenuos, todo lo contrario, los respeto y a algunos hasta los admiro. De ellos debe ser el reino de los cielos porque el reino de la tierra pertenece a los perversos.
Mi chica y yo aprovechamos el tiempo libre que compartimos para engordar con pizzas o pollos a la brasa.
Aprovecho el departamento de mi abuelo para escribir. Pero más lo aprovecho para leer, leer y leer. Y dormir.
Aprovecho las noches para escribir.
Aprovecho escribir para no llorar…

Asociación Canal Literatura

Anthony Yupanqui Lorenzo

 Blog del autor

2 comentarios:

  1. Aprovecho para felicitarte. ¡Buen provecho!

  2. Hola, está tan bien llevado este relato que en ningún momento decayó mi atención al leerlo.
    Saludos
    Betty

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