Andres Latif (2019)
DAÑOS COLATERALES
Mirando hacia atrás vi a mi madre que llevaba en sus brazos a mi hermano pequeño. Su cara estaba desencajada y de su boca abierta salio un grito que no llegué a escuchar. Cerré los ojos y me aferré a mi padre. También él gritaba pero el aire estaba tan lleno de pitidos y explosiones que tampoco pude oirlo a él. Cuando abrí los ojos, mi madre y mi hermano ya no estaban. Solo estaba el río con olas turbias y revueltas. Mi padre continuaba avanzando conmigo a cuestas; me apretaba con tanta fuerza que hasta me dolía y ahora sí que lo escuchaba como gritaba y lloraba.
Los demás se olvidarán de nuestra pena aunque para olvidarse tendrían que habernos conocido. Nadie nos ha visto jamás cara a cara, solo a través del ojo de una cámara. Anónimos y perdidos seguiremos huyendo hasta llegar a ninguna parte.
Dorotea Fulde Benke