Sin libro y boli. Por Esther Tenza

Siempre que voy a la peluquería sigo un ritual. Primero me voy a comer, por eso de que bien alimentada las mechas cogen antes, y después dejo que la peluquera me transforme en una señorita «semirrubia». Pues bien, ayer, mientras realizaba mi ritual, encontré algunos cambios en mí que no…

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¿Qué haces, niña? Por Esther Tenza

¿Qué haces, niña? ¿No lo ves?, recojo el agua –dijo ella convencida. Pero no puedes –inquirió la abuela. ¿Por qué? –contestó la niña desconcertada. Porque el agua fluye, no puedes meter todo el mar en un recipiente… Pero ¿por qué? –contestó la niña. Porque no te pertenece… –le dijo la…

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Una Flor. Por Esther Tenza

Desde que me fui al instituto y después a la Universidad, cuando volvía –tras la fiesta que suponía mi llegada para mis abuelos–, los besos, abrazos, y la breve puesta al día de lo esencial, me solía dirigir a mi habitación, la cual estaba perfecta; ordenada y limpia, nada que…

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