Oct 17
Infandum, regina, iubes renovare dolorem
VIRGILIO, Eneida II
Cae la tarde en las calles de Seleucia y quieres
renovar un dolor indecible.
Qué despacísimo nos recordamos.
Noche tangible sobre la sima
donde han reposado
tantos cuerpos desnudos,
jóvenes,
precipitados –casi– al sueño,
igual que los nuestros.
La incólume belleza de tu rostro,
el rumor undoso por las bocas
inflaman el ánimo. Lento
dejas que te abarque,
lo mismo que si fueras isla.
Qué despacísimo nos recordamos.
Puedo sentir tu fiebre sobre mi pecho,
el pulso comunicativo en la carótida.
Tengo la certidumbre de tu piel,
levemente. Espesura.
Titubea sobre la piedra antigua
un fulgor inasible: solos, noche.
Y todo, ay, para nuestro daño.
VN:R_N [1.9.22_1171]
9- Elegía (o Cae la tarde en las calles de Seleucia). Por Juan Pablo Castel,
Gran poema! Felicidades Juan Pablo!
Problemas con la ortografía.Sima(cima) ay(hay).
Algunos aciertos poéticos:»tengo la certidumbre de tu piel,
levemente. Espesura.»
Respuesta para morrisey: Creo que no hay error ortográfico, el poeta tal vez se refiere a una sima (cavidad), y no a una cima (elevación) el error está en decir «sobre la sima» en vez de «en la sima». .
Con respecto a «ay»: es correcto, pero la faltó el signo de admiración (¡!)
Una sima es una cavidad que se abre al exterior mediante un pozo o conducto vertical o en pendiente pronunciada, originada por un proceso erosivo kárstico en la roca calcárea o derrumbe del techo de una cavidad por el que el agua se filtra a niveles inferiores.
Ay: Interjección. Expresa aflicción o dolor . Ejemplo en el diccionario: ¡Ay, que daño!
Un poema con faltas de ortografía, debería ser descalificado automáticamente. No podemos permitirnos, a estas alturas, cometer fallos que ni siquiera se pasan en los exámenes de un instituto.
Los deberes hay que traerlos hechos de casa.
Cuando hay que dar demasiadas explicaciones sobre el poema es indicio de que la comunicación no se logró.Que se prestó para confusión.
morrisey: Creo que tienes razón cuando dices:
«Cuando hay que dar demasiadas explicaciones sobre el poema es indicio de que la comunicación no se logró.Que se prestó para confusión»
El autor ha debidoinvestigar un poco más………
Morrisey, la calidad del poema puede ser discutible, pero que te has equivocado no. Te has precipitado, se humilde y admite el error, sin más.
Yo tuve un maestro que opinaba que el verso «… que por doler me duele hasta el aliento» era fallido porque se podía tergiversar por «… que por oler me huele hasta el aliento». Por lo demás era un tío cabal, pero respecto a ese poema metió la pata hasta el corvejón.
Mañana vuelve a leer el poema y opina.
Me sigue pareciendo un gran poema. Bravo Juan Pablo!
=)
un abrazo
La verdad no es el tipo de poesía que más me llega, pero se debe asumir que es impecable. ¡Suerte!
Salvando esas confusiones ortográficas, que como bien dicen podian haber sido pasadas por alto, si hubiese habido más claridad en el mensaje, se palpa un gran trabajo y una serie de versos cuidados y elegantes. Me quedo con «puedo sentir la fiebre sobre mi pecho».
Votacion 7/10
Si quieres, puedes visitar mi poesia.- 126 Tan solo una llamada.
Gracias. Un saludo y Suerte!! Seguimos creando!!
¿Eres el Juan Pablo Castel de «El Túnel» de Ernesto Sábato?
Entre los versos que rescato se encuentra «Y todo, ay, para nuestro daño», por todo lo que implica.
187 «La Jugada de la Permanentadora de Pestañas», por Elhido.
Me quedo con las frases “puedo sentir tu fiebre sobre mi pecho, el pulso comunicativo en la carótida, me encanto la frase, me encanto el ritmo al decirla, me encanto el recurso, aún así, siento que pudieras cambiar la conjugación de dos infinitivos que tienes y dos participios, que creo que al cambiarlos le otorgarás más fuerza a tu poema. Lo demás ya lo han dicho. Y te deseo Mucha suerte.
Pablo Castel ( El pintor de la obra «El Tunel de Ernesto Sábato) Has pintado como en un bello cuadro tu poema, haciendo honor a tu nombre. suerte.
Pues a mí me parece un poema impresionante. Lo de las faltas de ortografía no lo veo por ninguna parte, las simas se pueden ver desde arriba, los ayes son interjecciones que no exigen signos de admiración necesariamente. Pero es que además están muy bien colocados y ese verso final es de lo mejor que he leído en todo el certamen.
Es que esto es una elegía, pero una elegía cargada de erotismo. Amor y muerte se mezclan en un contínuo inseparable. Hablamos de guerra, de muertes jóvenes, de cuerpos perfectos inmolados para nada (no lo olvidéis, Seleucia, junto a Bagdad). Ese amor simboliza todos los amores juntos, todos los que no serán ya jamás. Algo de Gil de Biedma y de amores prohibidos me traen estos versos.
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«Y todo, ay, para nuestro daño» (¿a alguien no le parece un cierre increíblemente hermoso?).
Te voto con un nueve y te deseo suerte en el concurso (no creo que la necesites). Aprovecho la ocasión para invitarte a leer mi poema, el 139, y a que dejes allí tu opinión con sinceridad si así lo deseas.
Un saludo.