Icono del sitio III Certamen Poemas Sin Rostro

98- I (sin titulo). Por Giprohibida.

Tus manos urgentes, ígneas,
Devoradoras, famélicas,
Te trasladaron hasta
El mismísimo infierno,
Queriendo a prisa
Estrujar aquella carne sacra,
Obnubilada de estíos,
Corriste a la inexorable
De esa piel viril.
Mas su tersura prodigaba
Generaciones de escapismo,
Ese hombre, que, generoso,
Con temple firme y segura,
Que se amortiguaba
Ante tus faenas de mujer
Sólo pretendía
Irradiar de una vez
Su machismo ancestral.
Y tú caíste bajo sus garras grotescas,
Mascullando entre dientes,
Gimiendo cual un cachorro pequeño
Que gemebundo se arroja
A los brazos seguros.
 Tú creíste en la primacía de los buenos modales,
No creíste, ni por un momento,
Lo intangible de tu seguridad,
Encontraste consorte
En esos dedos peligrosos
Y exploradores,
Que en los suburbios de tu cuerpo
Encontraron fiel amparo
Ante los desquicios de la pasión.
Hiciste locura bajo las sábanas,
Te manchaste mujer
Y te arrojaste cual mala cortesana
A los brazos traicioneros.
 Del repudio que luego llegó,
No te detuvo
Y desde el abisal tormento
Que a ambos separó,
-Fueron sus pasos
los que premonitoriamente se alejaron-,
cantaste victoria.
De tus ojos ni una sola lágrima,
De tu labios
Ni una sola mueca de horror,
Sólo una risita confundida
Que gritaba al aire
Lo que esta dama venida a menos
Consiguió por fin
Su urgencia fue subsanada.

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