Esta poesía tiene vida.
Nació
para acariciar el silencio
para curar las involuntarias heridas,
para transformar el desbordado río
en amado manantial de un gran día.
Esta poesía tiene vida.
Nació
para iluminar
apartando la neblina.
Ha conocido los enigmas
los laberintos
y las negras muecas
de la vida,
sin embargo
hoy vibra.
Vibra en plural
silenciosa melodía.
Desnuda tu fragancia
desde la palabra escrita,
amárrate con vigor
al son de la lira.
Cuélate de a poco
plácida y mansa
ante quien necesita
una simple palabra,
una calma compartida
o un par de alas
para danzar sin prisa.