Que suerte he tenido
de ser invitado a la fiesta de la vida
al banquete de ver el sol y el cielo,
de sentir el calor del verano,
la lluvia en la cara, el agua de la playa
y en todo el cuerpo, el sudor del trabajo.
Haberme alimentado en los senos de mi madre,
sentir la seguridad en la mano de mi padre,
el amor en el abrazo de mis hermanos
y la tibia mirada de unos ojos embriagadores
que como el vino, encienden el corazón
y llenan mi boca de palabras que vivan la vida
Que suerte he tenido
de llegar a la mesa servida de amores, placeres,
emociones, penas, miserias, y traiciones.
Poder elegir, y revolcarme donde el corazón pide
y mis humanas necesidades necesitan.
Que suerte que tengo que la formación
que familia y maestros, me dieron
me permitió disfrutar del barro, sin ensuciarme.
Que suerte que he tenido
de decir lo que pienso, errar y tener otra oportunidad
y escuchar a otros, aunque no esté de acuerdo,
defender mis ideas y mis creencias.
Que suerte que tengo de oír la música
y los te quiero de la mujer amada,
oler el aroma de las comidas y gozar el sabor de las frutas,
Sentir que mis labios y mis manos se estremecen
cuando beso y acaricio la piel de mis hijos.
Que suerte tener ganas, desear lo que deseo,
tener esperanzas en mañana y nostalgias de ayer.
Que suerte enojarme, gritar mi enojo y golpear la mesa,
pedir perdón, y reírme de mí mismo.
Que suerte que he tenido de caminar por el mundo,
patear una pelota, golpear y ser golpeado,
estar cansado y dormir, despertar y besar a mi mujer,
tomar copas con los amigos, y gritar los goles de mi equipo.
poder tender una mano y aceptar la solidaridad de otra
Que suerte de ser yo y dejar otros sean
Y gracias a Dios por la suerte de amar y ser amado.