Sangro tus labios
dulce saliva
nuestras miradas se dilatan
un silencio suda
colisiones extienden
nuestra piel
se exprimen
Te necesito
nos necesitamos
Ebrio de tus movimientos
tambaleo en el fondo
de tus gemidos
Mi lengua se ata a tu cuello
esbelta columna dórica presa
en ardiente zarza húmeda
que no duerme
que no conoce crepúsculo ni alborada
Las paredes crepitan
convulsiona la noche
tu peso se balancea
suave entre gritos nuestros
los espejos gozan
Vamos, venimos
nunca paramos
confrontamos el infinito
estamos
somos
Entro por tus sensaciones
revuelto huracán
en tibias entrañas
profusa hoguera
que preña a tu alma.