Recién segados los campos
De mis ingles,
Regó tu espera el millón de besos
Que no supimos cómo darnos,
Como quien por prisa
No acierta
Y por nervios
Tropieza
…
Ni uno sólo olvidamos.
Mordió el verano las manos
En tu espalda,
Tres de la tarde en tu sombra
de amarillos jaramargos,
y ese sudor de amantes,
veneno,
suave
y mortífero,
…
exquisitamente amargo.
Fragmentando el eco de tus pasos
Se fue la tarde,
La siesta apenas si te retuvo
Otro millón de besos a mi lado,
Ni la chicharra
Pudo resistirse,
Escondida
En mis ingles,
…
y murió cantando.