Déjame llorar por ti
aunque el falaz pudor me fuerce a mostrarme entero
deja que mis lágrimas rueden presurosas
anhelando hallarte donde quiera que fuiste.
No me niegues la satisfacción de padecer
este dolor tempestuoso como un océano infinito
no permitas que el remordimiento
enturbie la acerada pureza de este instante.
Deja que rechace el consuelo del olvido
y que niegue que el tiempo pueda borrarte
no me robes también este momento
déjame llorar por ti.