Enséñame a desnudarme sin prisa
cuando cae la noche
y fingen dormir los oráculos.
Elige cualquier parte
de mi cuerpo
para iniciar tu ritual de bestia domada.
Yo seré algo más que el grito,
fuego
Dulzura descendiendo sobre tu piel…
Enséñame a traspasar
el clímax rutinario
que renueva las raíces de la sangre,
arder mas allá de esta danza
sin despojarme de lo que
soy para no perderte,
para no ser un cuerpo desconocido,
una corteza torpe.