“Cercando un altro Egitto.”
Francesco Di Gregori
la nieve sobre Edimburgo
es el opio
amanece marrón
y dibuja ojeras moradas
en la cara
Ni un after abierto.
La Royal Mile no acoge
malabaristas
y tampoco Mav Michelle o Marco
me esperan sentados en la acera
-bebiendo su cerveza barata-.
Es tarde para algunos
temprano para otros
no hay nadie
y todo frío me pertenece.
El vacío de la city
es un encantador de serpientes
-George Street & Princess Street
las más largas y venenosas
de todo el cesto-.
Camino en silencio por no romper su hechizo
pero una pregunta resbala
y se me cae al suelo
¿La “a” de la palabra verdad es la misma que termina en mentira?
Respondo que entre ambas
se halla la silbada en mi paseo
–obligado buscar nada
entre recuerdo y ladrillo-.
Tuerzo una esquina
-Quensington Road
o St. James Street-.
El Mariachi está cerrado
y veo escrito en el hielo:
Every single club is closed
Yo prosigo sin camino
como buscando un nuevo Egipto,
y mientras se me ocurre este poema
reflexiono en voz baja:
¿Por qué conoceré estas calles
si nunca estuve aquí?