-I-
hay hombres que desangran su alma
persistiendo ante el cerrojo
ante el muro donde rompieron
los huesos de sus puños
ante la hondura de un cielo en el que sumergieron
vanamente sus miradas desoladas
tal vez sea mi caso
yo he sucumbido mil veces ante el eco escurridizo
de tu presencia disipada
una vida reclamándote
pero para ti el tiempo es fatuo
desde el día en que lo soltaste de su jaula
lo sólido es niebla
lo leve es niebla
yo soy una niebla más que tan solo te llama
-II-
quitarnos el polvo que levanta el viento
tiene un costo y no admite regateos
es el precio justo de la piel que maltratamos
como los temporales son permanentes
no hay forma de evitarlos pero sí de contabilizarlos
para llegar al momento del balance glacial
hay que nivelar el plato de la balanza
ni una brizna escapará al conteo
tu palabra es de piedra
y nosotros efímeros pájaros heridos
yo podría perdonarle a dios su ausencia
-III-
la eternidad fabrica juguetes
que pone en nuestras infantiles manos
para que vivamos sin preocuparnos por la muerte
llega un momento en que los recupera
los guarda
y nuestras manos vacías se muestran sorprendidas
porque creían que el juego no cesaría
la infancia se les ha pegado en la piel
y por sus dedos resbala una inocente ternura
la eternidad se compadece del hombre
y no lo deja entrar a su morada
porque se perdería en los abismos
la eternidad cuida del hombre
porque sabe que un día tendrá que doblegarse
y entregar sus llaves