Jugando, como siempre,
a sembrar cosas momentáneas
para ver si perduran.
Recordando,
quizás lo imaginado.
Hasta escuchando
voces en el silencio.
Contemplando
nuestra parte del mundo,
la que a veces
pensamos que es el mundo.
Confundiendo
las cosas con las cosas.
Esperando también
entre quién sabe
qué.
Mirando siempre
esas estrellas
tan pequeñas.