¿Cómo lograr olvidarte si tu recuerdo me acosa
me abruma, me invade
sacude y arroja?
¿Qué mágicas sílabas, qué secretas palabras
harán que despiertes y que abras tus alas?
¿Me dirás algún día cuál es
el perfume de encanto, el embrujo en tu almohada
que alimenta tus sueños y adormece tu alma?
Te quedas quieta, serena, distante
pasiva, pausada y vacía
Mi pena infinita asiste a tu condena
es tu prisión, las cadenas
que te tienen cautiva
Ensayo una salida:
reconocer los bordes, las alturas, las aristas
examino columnas, dinteles, cornisas
maldigo límites y pasajes
barrotes y herrajes
que demoran la huida
¿Por qué no me ayudas?
¿Abandonas la lucha, te rindes, te entregas?
¡No acrecientes mis dudas!
¡No compliques mis penas!
Espectador solitario que espera
una cita de butaca y locura vacía que encierra:
un eclipse
un destello
una flor
una caricia
El telón que se levanta y desviste personajes
disfraces
ropajes
máscaras
intrigas
Ignorando las fuentes, los procesos y las causas
confiando en la vista de un ciego
la suerte de los dados o el azar de la baraja
(el tenue destino del amor sin sosiego)
¿Por qué no respondes?
¿Por qué no respondes…?
¡Cuánto teme a los silencios quien teme lo abandonen!
Lejana la esperanza del último rescate
llega el grito del Olvido
una lanza que me abate
blanca espada que fulmina
que atraviesa
divide
reduce
y aniquila.