Caminan con lástima de pies desnudos sobre la cuna caliente de polvo
Sudan en la oscuridad
la última acidez de sus líquidos
y gastan las únicas ilusiones
Parecen serpientes,
en su marcha de infinitas lunas blancas
Soportan la clandestinidad del día
los calores asesinos
y los aguijones que perforan el azul de cada noche
Sobran los huecos
en las tripas
en el alma
en cada huella que obliga el abandono
Ajenos a la humanidad
de la palabra derecho
no entienden de qué son culpables
y avanzan
Del otro lado
la globalización le juega a sus dueños una mala pasada
levantan un muro
que duele
que lastima
que mata
que hay que saltar
porque son apenas unos metros
y los sueños
o el cielo