Escucho el chirrido del metal por la izquierda:
el próximo tren no será el mío
conozco el ritmo de los intermitentes
distingo el peligro en el borde de una cazadora
aprovecho el tiempo de los intermedios
Me enamoro en un menos de un ceda el paso
porque hablo el idioma de los aeropuertos
He visto sirenas bajo el metro
y tuve que bajarme en la siguiente
para no perderme
nada más empezar su cuello
Escaneo escaparates
Echo siestas en cuatro paradas
Me peino en los ascensores
Llego sólo cinco minutos tarde
Y sé cuando llevarme las manos a los bolsillos
encoger los hombros
conseguir entradas
programar imprevistos, atardeceres
Calculo distancias en transbordos
me orienta la publicidad de las avenidas
(Sé lo que haré dentro de nueve
fines de semana)
Radiografío barrios en los bares
y por eso mi codo no roza multitudes
sondeo recepciones y oficinas
y a mí no se me cuela nadie
También sé dónde hacen las mejores croquetas
dónde están las puertas falsas
las contraseñas de las discotecas
y cómo no molestar a los violentos, ni a los vecinos
Mis amigos saben
donde encontrarme