Icono del sitio III Certamen Poemas Sin Rostro

160- Expreso de Martes, de Furgón y Otras Yerbas. Por Mirco

I. Yo no creo que la música descuelgue la nocturnidad. Por eso hablo en claves. A la noche la trato de fa. Y es en la muerte donde más se vive y en tu canto donde nada se oye.

II. A veces bagualas del último sábado y catarro. A veces.

III. Hoy me entrajecí de golpe. Tragedia. Traje. Día. Hoy. De silencio. De mi menor dejando sangría. A tu rostro. A la izquierda de la muñeca.
IV. Siento un vacío. Como si estuviera vacía la muerte. Los límites al abismo. A tu puerta. Siento. Vacío. De gula nomás.
V. Escribo cartas. Estudio la forma más minuciosa del silencio. Del cuerpo. De la gramática. De la sintaxis. Y lloro. Mi abecedario. Tu filología. Nuestro papel. Y el dolor. El amarillo.
VI. Ya no hay mas frío aquí. Ya no. En cualquier lugar de tu pecho aguardo mi apoyar. La discusión que ya pasó. Todo menos la camisa bordó. Mucho menos el olor de la percha. Me guardo. Mi rostro en tu almohada. Me percho.
VII. Como hablar de muerte. Si de vida la hendidura me calcina la guadaña. Me abre de poros al beso. A tu singular apetito.
VIII. Será tarde para parpadear. Los simios nos domesticarán. Seremos carne de diván. Carnevícolas. Y de agricultura solo venceremos al polvo. El viento perecerá de tristeza y acudirá en primera persona del singular al verbo. Al polvo. A la rosa. Al olvido.
IX. No tenía que ser canibalismo. Tampoco niñez. Quise comerme tus huesos. Asegurarme cartílagos. Pero ya no es óseo el parpadear de tu ojo izquierdo. Que se me haga digestión.
X. Tal vez ahora tosa restos de muñecas y abuelas empobrecidas. Catarros infantiles. Tal vez tosa. Ahora. Cosa.
XI. A nombrar la pampa y la calvicie. El olor a guiso gratinado. Si es que te violaron. De sobrino el deseo. De hijo la mirada. Una vida no alcanza. No te nombra.

XII. Un leve sonido de mi cuerpo presagió el triste acontecer de la casi primavera aquella. Un gorrión alzó en vuelo. Acunó la tierra. Se equivocó de acontecer. Hubo eclipse. Pero ya no hubo caspa, nieve. Nunca más.
XIII. A once voy y a once vengo. Pero son las doce. El tiempo es un invento aristotélico. La pampa no necesita de tu olimpo. Mentiroso.
XIV. El conflicto de estar vivo en tierra de muertos o de estar muerto en tierra de vivos. Tal vez no sea la tierra.

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