… Recuerdos …
Releyendo viejos versos
escondidos por el manto del tiempo
hallábase la respuesta
a mi inexplicable pregunta
Como es posible sentir
que mi vida se esfuma
bajo una mirada turbia
y el deseo ansiado de vivir.
La muerte me llama, sin saber,
sin hacer caso a mis plegarias,
sin escuchar mis razones,
queriendo evitar mis palabras
para hacerme ya caer.
Y caigo sabiendo que quiero
aquello que un día alcancé,
que rocé con mis labios
y que apenas disfruté.
Preciado regalo
e inesperado también
ese que aún recuerdo
y guardo como la miel
en un humilde tarro
con tus siglas en dorado
para saber que si fuera un tesoro
tu nombre tendría que ser.