Sin mapas ni brújulas,
llena de soledades sinuosas,
con antifaces de colores y sonrisas recreadas.
Diosa sin ruta ni oficio,
mujer etérea pero sin norte,
atada a tus silencios,
invadida de demonios,
muchacha errante en países de desamor,
extraña para ti misma,
desconocida que no se busca.
Asi eres, mi virgen despistada …