Vivió por última vez
En la ciudad de ancestros piratas.
Cuentan que estuvo en el antiguo fortín
Fortaleza de ladrones,
Que se le vio por las calles nocturnas
Visitando leyendas dormidas
En las viejas calles perezosas
Del calor y del dolor…
Que lo sedujo una bruja
Quien lo quiso poseer
Que lo atendió con carnes y manjares
Que le dio bebida y sena
Con amplio corazón.
Que un pintor con sus palabras
Pinto en el aire su humildad,
Y que le quiso como amigo
Y abrazo su corazón…
Que una noche de mágicos encantamientos
De noctámbulos dinerófagos
Como nunca enamoró
A una bella y tierna dama
De joven corazón.
Y como nunca una pequeña
Pero elegante joven
Con fino acento francés
Se acerco con tierna mano
Y depositó en el un caracol
Y que aunque noche muy de noche era
Como nunca antes en un sueño
Durmió, durmió y durmió.