¿Qué es el sueño LOTSKA?
Llamó mi atención una extraña historia publicada por primera vez hace más de ciento diez años en la revista medica British Medical Jornal. Se trata de humanos hibernando. Sí… has leído bien.
Esta revista publicó el extraño caso de hibernación humana producida en campesinos rusos en las regiones —óblst — de la ciudad de Pskov. A este «extraño» suceso lo llamaron el sueño Lotska.
Esta historia que luego narraré ha dado lugar a las investigaciones más asombrosas aplicables en medicina y astrofísica, entre otras, que he leído últimamente, a la llamada ANIMACIÓN SUSPENDIDA.
Animación suspendida o, lo que es lo mismo, nuestro cuerpo, la respiración, los latidos del corazón y otras funciones involuntarias se ralentizan de tal manera que parece que estemos muertos sin llegar a la muerte. Pero… vayamos por partes.
El artículo narraba la historia de una comunidad de campesinos rusos que sobrevivieron a la hambruna durmiendo medio año.
Sí, hibernando como los osos, como las marmotas, lirones, murciélagos, reptiles, anfibios, insectos, primates… y un largo etcétera de animales de sangre caliente y fría que bien hibernan o se aletargan.
Publicaba la revista científica que existe un estado que se acerca al hambre crónica, en el cual los residentes, los campesinos de la región de Pskov se refugiaban en el interior de sus moradas cuando llegaban las primeras nevadas y dejaban de luchar con los problemas de la existencia humana, reuniéndose las familias al calor de las estufas, acostándose y durmiendo durante los seis meses de crudo invierno, al no tener suficientes provisiones para aguantar este. Costumbre que ha existido entre ellos desde tiempos inmemoriales.
Una vez al día, todos se despiertan para comer una pieza de pan duro, que ha sido almacenado previamente. Acompañan al pan con un trago de agua y todos se van a dormir de nuevo turnándose para avivar y vigilar el fuego.
Este sueño denominado Lotska dura hasta la primavera, momento este en el que, los campesinos despiertan, se agitan y salen fuera a mirar si la hierba está creciendo para ponerse a trabajar en las tareas de verano hasta el invierno siguiente.
Cuando terminé de leer el artículo mi impresión y mis preguntas se arremolinaban en mi cabeza como un tornado en EE.UU.
¿Puede el hombre hibernar? ¿Podemos los humanos quedarnos en letargo? ¿La mayoría de los humanos hemos perdido esa capacidad que sí mantienen algunos animales de sangre caliente y fría?
Como puedes imaginar no me quedé quieta e investigué encontrando patrones de hibernación o letargo pero en casos que hoy definimos como «accidentes».
¿Accidentes? ¿Casos aislados? Había que seguir tirando del hilo.
Así nos encontramos el caso de Anna Bägenholm, radióloga sueca que sufrió un accidente que la dejó atrapada bajo una capa de hielo durante 80 minutos. Al ser rescatada los latidos del corazón y la respiración se habían detenido y su temperatura corporal era de 13,7º, la temperatura más baja jamás observada en casos de hipotermia accidental.
Asombrosamente a esta mujer no se le diagnóstico daño cerebral, ni neuronal… nada de nada. Uno de los médicos que la atendió explicó que su cuerpo tuvo tiempo de enfriarse completamente antes de que su corazón se detuviera. Su cerebro estaba tan frío al pararse el corazón que las células cerebrales apenas consumían oxígeno; por lo tanto, los daños cerebrales eran nulos.
Yo no sé tú pero yo estaba alucinada y más al comprobar más y más casos que luego narraré, pero ¿cómo es esto posible?
En los últimos años el biólogo celular Mark Roth ha visto la relación existente entre el oxígeno, el metabolismo y la animación suspendida, es decir, comprobó que ratones a los que se les había expuesto a una pequeña parte de sulfuro de hidrógeno quedaban en estado de hibernación, ya que su temperatura central bajaba de 37º a tan solo 11º, ralentizando su metabolismo.
Según el biólogo esta mujer, Anna Bäguenholm, aumentó la producción de sulfuro de hidrógeno en su cuerpo considerablemente cuando cayó bajo el hielo evitando así que muriera de frío.
Pero este grado de experimentación y avance sobre el sulfuro de hidrógeno va mucho más allá; por ejemplo DARPA (la agencia para la investigación de EE.UU.), en un programa del Pentágono, está adaptando el uso del sulfuro de hidrógeno líquido para usarlo en pequeñas dosis que los soldados puedan llevar en forma de botella para uso intravenoso para que se puedan suministrar los mismos soldados reduciendo así la mortandad en caso de conflicto.
Y entonces… ¿qué provoca la hibernación? ¿Qué ha descubierto la medicina reciente? ¿Solo es el sulfuro de hidrógeno el que provoca la hibernación?
Nada más lejos de la realidad.
Para que se realice la función de criopreservación se han descubierto recientísimamente una serie de encimas y proteínas que te indico a continuación:
- Por un lado las proteínas de la hibernación conocidas como HP-20, HP-25 y HP-27 que segrega el hígado actuando sobre el cerebro para que éste dé la señal de aletargarse a nuestro cuerpo, ralentizando éste los niveles de sangre, respiración, etc.
- La enzima conocida como CBS o cistationima beta sintasa que estimula la producción de sulfuro de hidrógeno, que es la molécula que otorga el característico olor a huevos podridos. Activada esta enzima el corazón se ralentiza, la respiración, etc., entrando en estado de hibernación o letargo.
Pero esto, amigos o amigas…, no es algo nuevo:
¿Sabes que en la época de Napoleón, allá por el siglo XVIII o XIX los médicos de infantería detectaron que los soldados heridos en combate que permanecían fuera de las tiendas en el frío invierno tenían un porcentaje más alto de supervivencia que los mantenidos cerca del fuego?
¡Sí, has leído bien! Tenían un porcentaje mayor de supervivencia los soldados que convivían con el frío, aunque, por favor, ahora no tomes a la ligera la información del frío, que todos hemos padecido y sentido sus consecuencias en mayor o menor medida. Tampoco es cuestión de hacer apología de éste.
¡Por supuesto que el frío severo, sus efectos, la hipotermia, es muy peligrosa!
No debes de olvidar que la temperatura corporal de los humanos debe de permanecer alrededor de 33ºC pero es bueno conocer que cada vez más se postula la idea, la teoría de que nosotros, los humanos, hemos heredado, tenemos guardado como un tesoro en un cofre las habilidades de hibernación que poseen muchos animales de sangre caliente y fría y en condiciones extremas nuestro cuerpo las utiliza.
Porque esto de la hibernación, de la animación suspendida—como ahora lo llaman—, es algo que va cosido en nuestro ADN y cuando alguna persona lo necesita, por puro instinto de supervivencia, se da la orden al cerebro para que este lo ejecute, porque está ahí anclado en nuestro ADN primigenio.
Mira, se sabía que el único primate que hibernaba era el lémur, un animal que reside en la isla africana de Madagascar, pero hace poco se presentó un estudio donde se agregaba a la lista de primates otras dos especies, Cheirogaleus Crossleyi y Cheirogaleus Sibreeei, que también excavan una madriguera en la selva de Madagascar, se acurrucan y duermen plácidamente entre tres y siete meses dependiendo de la climatología, y eso que, como sabes, Madagascar no es un sitio extremadamente frío.
Pero como he indicado al principio hay más casos extremos donde el cerebro da la orden de hibernar.
Un titular del periódico El Mundo en febrero del año 2006 anunciaba:
«Un bebé sobrevive tras pasar cuatro horas congelado y su corazón parado durante dos horas.
Este incidente ocurrió en Toronto y la niña de 13 meses asombrosamente no sufrió daños cerebrales tras permanecer su corazón parado al menos durante dos horas. La niña salió de noche de la casa familiar en Edmonton sin que nadie se percatase. Posteriormente se la encontró en el patio de la casa, con la cara hundida en la nieve, sin señales de vida, convertida prácticamente en un bloque de hielo.
Los primeros intentos de revivirla fracasaron hasta que su corazón empezó a latir de nuevo después de abrigarla con una manta que utiliza aire caliente que eleva gradualmente la temperatura corporal.»
Otro ejemplo más es el de un hombre japonés llamado Mitsutaka Uchikoshi que se perdió durante una escalada con sus amigos. Decidió descender por su cuenta la montaña, tropezó perdiendo la consciencia.
Fue encontrado 24 días después con un pulso casi inexistente con una temperatura corporal de 22º y una actividad de sus órganos también casi inexistente.
Tras todo esto que he expuesto, viene a mi memoria que todo esto de hibernar se ha utilizado mucho como recurso en películas de ciencia ficción donde él o los protagonistas, para poder viajar al futuro y aparecer en otra época, hibernan para no sufrir envejecimiento.
Seguro que estás pensando en las películas 2001: una odisea del espacio, o Alien. ¡Yo también! Y en una nueva pregunta: ¿Las películas denominadas de ciencia ficción muestran experimentos que se estaban o están realizando?
¡No lo sé!, aunque más bien me aventuro a que la respuesta sea afirmativa y que, como siempre ocurre, nos cuentan los últimos avances en tecnología, medicina, etc., a golpe de celuloide.
Rebecca van Winter Octubre 2014
Fuentes: Mosaic Sciences