A una hermosa mujer pintando
Tiembla lenta la noche y te imagino
pintando silenciosa hasta muy tarde…
reza el viento en la reja y con alarde
la luna hace al cristal casi ambarino.
Va cosiendo la nada el pueblerino
canto de un grillo firme, inexorable,
y una luz fatigada, tierna, amable,
te besa como un pájaro de lino.
Estoy allí, ¿o no me ves acaso?
Soy la sombra fugaz que en cada trazo
se desvanece en tu pincel florido.
El que te observa sin decirte nada,
el susurro trivial de una mirada
que girarás por ver…, y me habré ido.
Marcelo Galliano