Ucrania
Caballo blanco nieve
Que se tiñó de muerte
Y yace roja sangre
Cuerpos mutilados
Mujeres violadas
Niños sin padres
Y ancianos sin nada
¿Qué tiene que suceder para que el mundo hable?
La Paz huye con pavor
Enviamos armas, pero no soldados
Enviamos ayuda humanitaria, pero no tanques
Mientras los aviones supuran bombas días, noches y tardes
Hedor a carne quemada, a manchas que vivirán en todas partes
Dejamos crecer al monstruo: mejor dinero que almas
Crecido y abominable, nadie lo detiene
Aunque arrase un país y, después, otro
¿Quién sabe?
Por la cabeza del delirado, las cosas nacen y se hacen
Ni importan las personas ni los animales
Ni el número de cadáveres
Lo mismo da uno que un millón
Sangre y campanas de temor
Sirenas que suenan como un badajo perpetuo
La ermita tiene la cruz invertida y gobierna la zeta
Fuera la zeta matavidas ¡fuera!
La guadaña purga con bombas de racimo o nucleares
Armas biológicas o químicas… nadie lo sabe
Ángel vengador, elimina a quienes aniquilan como si no existiera nadie
No quedan edificios en Mariúpol, tampoco en otras ciudades
Las zanjas de los muertos se cubren con cadáveres de todas las edades
Bucha es el principio del horror
Y el mundo lo sabe.
Anna Genovés
Sábado, nueve de abril de 2022