Querido John (VI)
Querido John:
Hoy me he acorado de ti. Me he sentado frente a la ventana y he pensado en la indefinición en la que vivimos. Ya no sabemos quienes somos, ni lo que somos, ni lo que los otros creen ser. Es difícil de entender fuera de estos tiempos raros en los que nos ha tocado existir y que no son nada interesantes. Repetimos, a peor, lo que otros vivieron antes. Pero supongo que eso no es nada nuevo. La historia se retuerce para repetirse una y otra vez y no hay memoria suficiente para impedir que la estupidez vaya transitando generación tras generación. Solo puede decirte que, aunque te echo mucho de menos, toda esta locura que te ahorras.
Busco la manera de sobrevivir a lo chusco, a lo obsceno del matonismo ideológico, pero no siempre lo consigo. Me agoto y lo apago todo, desaparezco durante nos días, aunque al final acabo volviendo, pero cada vez con menos fuerzas, cada vez con menos ganas.
Hace unas semanas comenzó la migración de los vencejos. Sortearan tormentas y llegaran a destino los que consigan sobrevivir mientras nosotros continuamos intentando encontrar sentido a la vida. En el tejado, oscurecidos por el invierno, quedan los huecos en los que anidaron la pasada primavera.
Fuera de aquí hace frío. Demasiado.
Siempre tuya.
Grace
Anita Noire