Observo su paso lento, la prisa en ella quedó olvidada
enternece su pequeña imagen de espalda frágil ya encorvada
la sonrisa en sus labios muestra tranquila dulzura y sabiduría
de sana comprensión, por la experiencia que le ofrendó la vida.
La quedo allí mirando, como recorre sus largos días
siento nostalgias por mi niñez, cuando otra imagen en ella veía
abnegada y presente para lo que su familia le requería
me conmueven profundamente, los cambios que genera la vida.
Las lágrimas que de mis ojos brotan, es amor hacia quién me dio vida
que tras recorrer muchos caminos, me devuelve su compañía
inesperado regalo que el destino me ofrece, de compartir sus días
de cobijarla con todas las mieles, que ella me ofrendó de niña.
Presiento cansancio en su sonrisa y en sabias palabras sentidas
también fortaleza en el andar de sus frágiles piernas dolidas
brota amor por mis ojos, al sentirla tan cercana a mi vida
colmar de besos su frente y sostener la mano de mi madre querida.
Mirtha Rodríguez
Argentina
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