Así, como si nada, tu fragmento de vida
arrojas cada noche sobre mi cama muda
sabiendo que en un rato recordarás vestida
las sombras que en el lecho proyectarás desnuda.
Y así, como si nada, pasará inadvertida
la lágrima impiadosa que al cuello se me anuda
cuando el último beso me suena a despedida
y todo lo vivido no es más que viento y duda.
Y entonces, casi lejos, ya me sabes a herida,
a historia acre y amarga, con llanto edulcorada,
a sangre que no cesa, navaja encarnecida
clavando arteramente la carne de mi almohada,
brisa vaga a tormenta que apenas percibida
me perfuma tu ausencia, así… como si nada.
Marcelo Galliano
Argentina