Roma en mi boca
En Roma, un esclavo
que iba junto al César,
en el carro triunfal,
le susurraba:
“respice post te,
hominem te esse memento”.
(Mira hacia atrás
y recuerda que
solo eres un hombre).
Y hoy, recordando
las veces que me has dicho,
con los labios
febriles y abiertos,
que era una diosa,
sé que solo era fruto
del ansia de triunfar
tú mismo.
Y yo,
tu experimento.
Yolanda Sáenz de Tejada
Colaboradora de esta web en la sección
«Tacones de Azúcar»