Quién pudiera purgar tu pesadilla
de duda en el ansia mía de tu nombre,
quién pudiera regalar tu sueño
de día en la pupila mía que te esconde.
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Inevitable.
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Quién pudiera quemar tu tribulación
en mil hogueras de respuestas que no sé,
quién pudiera recogerte el corazón
y devolvértelo inocente y sin memoria.
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Ineludible.
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Quién pudiera vaciar de lluvia tus ojos
y en mil estrellas confundirte las razones
porque no sintieras de la verdad las tiriteras
que te dejan el baile de manos en temblores.
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Inútil.
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Quien te quiere, inútil, en descalabro,
por no saber lo que sabiendo se sabe,
una rueda triste y un giro macabro,
y un único corazón que aún late.
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Que yo cuido, sigilosa y en las artes
que mi Dios me propone a hurtadillas,
por no verte el agua en las mejillas
y desnudarte el alma nueva cada noche.
Verónica Victoria Romero Reyes
Blog de la autora
Derechos registrados.
De tu voz la travesura.
Me ha conmovido este poema, es como si hubiera ido desgranando, con palabras, lo que siento en esta época.
«Quién pudiera quemar tu tribulación
en mil hogueras de respuestas que no sé,
quién pudiera recogerte el corazón
y devolvértelo inocente y sin memoria.»
Simplemente precioso.
Quién pudiera escribir como tú Verónica.:)
Muchísimas gracias Susana.