Inconcluso.
Muchos años pasaron ya, desde el día en que quedó
a mitad de su lectura, nunca nadie lo cerró
por respeto a quién leía, pero no lo concluyó
sólo dejó sobre el una rosa, que el tiempo marchitó.
De polvo se fue cubriendo, su color se transformó
se fue tornando amarillento, por el tiempo que pasó
mucha nostalgia se siente, al pensar en su lector
en su avidez por leerlo, pero la vida se lo impidió.
Sobre su mesa de noche, con una flor lo dejó
dejando en su bella imagen, que el tiempo inmortalizó
el recuerdo de su lectura, lectura que tanto amó
esa noche cerró sus ojos, e infinitamente hacia el cielo, las llevó.
Mirtha Rodriguez
Argentina