Esperanza. Por Luis Oroz

ESPERANZA

Tenías que seguir…
no te bastó romper en la memoria
el espejo de un tiempo que fue tuyo.

Tenías que volver con tu piel de mendigo,
con las manos abiertas
(igual que una ventana sin cristales),
a pedir tu limosna de calor.

Tú quieres convencernos de que el tiempo
no traiciona a los niños,
de que existe una luz en el abismo
de todas las mentiras.
Tú, que dejaste el sentimiento humano
colgado de un futuro evanescente,
pretendes acabar con esa inercia
de las horas caídas.

Sin embargo,
siempre hay alguien oscuro que te echa de menos,
porque la fe resbala por tu espalda
y te convierte en Dios disimulado.

Tenías que volver a incendiarnos los ojos,
a cambiar el sabor de los estímulos
en la boca pequeña del consuelo,
a llenarnos de ausencia la botella
de los sueños vacíos.

 

Luis Oroz

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esperanza

3 comentarios:

  1. Un Luis Oroz hablando airadamente a la esperanza; ese Dios de los seres oscuros que, como yo, siguen rellenando botellas y repartiendo tímidamente cálidas limosnas.
    Me encantan tus versos.

  2. Certeros versos. En la aspereza de esas emociones y palabras, efectivamente encuentro yo el resultado verdadero de la esperanza.
    Esperanza, efectivamente resbalosa, y peregrina emoción tras los talones de Dios.
    Ese trampantojo en el quedamos definidos cuando anhelamos con las manos vacías y el corazón desprovisto de mucho. Que de un plumazo va y viene.
    Me gusta enfrentarme a Dios, vacía de esperanzas y siempre con Confianza, por muy indigna que yo sea…

    Me encantan sus versos, clavados en el centro de la misma diana.

    Enhorabuena.

  3. Y siempre vuelve la esperanza a mendigar calor,
    a engañarnos como a niños ingenuos,
    mientras vemos cómo caen las horas.
    y se nos revuelve ese fondo oscuro de ahí abajo.
    Hasta que un día lanzamos la botella llena de ausencias y de sueños vacíos contra el espejo,
    en un estruendo de ilusiones hechas añicos,
    mientras nos preguntamos ¿quién era ese dios que me miraba desde el espejo con los ojos incendiados?
    Hermoso poema, Luis. De los que llegan desde ese fondo de palabras claras y brillantes imágenes.
    Gracias.

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