Creíste que podrías. Por Juana Fuentes

Creíste

 

Creíste que podrías llamar dicha
a aquella brizna de luz que robaste al invierno,
a aquel pálpito inconstante
que vino a quebrantar
el lento suceder
de tus horas oscuras,
a ese acaso que ya no esperabas.

Dejó de importarte la luna
y ya no querías mirarla
para saber si cada noche
estaba pálida
o lucía con rigidez
sus enlutadas galas.

Incluso soñar dormida comenzó a ser
un trámite sin importancia.

Y entonces rodeaste
con cintas blancas tus rodillas
para aprender a caminar de nuevo,
esperando, paciente, llegar a ser el poema
que te dijeron que eras,
el que un día ibas a leer en tus esponsales.
Pero todo se malgastó
a lo largo de ese trecho
que ya sabías borroso y vacilante.
Y se astillaron tus rodillas.
Y se desvanecieron las palabras.

Creíste que podrías.
Pero ahora no sé
si fuiste una metáfora
de alguien que hoy no conozco.

© Juana Fuentes

Blog de la autora

3 comentarios:

  1. Elena Marqués

    Aprender a caminar de nuevo, aun con las rodillas astilladas. Y qué mejor modo que escribiendo estos poemas. Es el único lugar donde manejar las metáforas.
    Impresionante.
    Muchos besos, Juana.

  2. Precioso Juana, intentar hasta la extenuación rrecorrer un camino que sabes que no será concluido. Pero no hay que dejar de mirar ese que poema que dijeron que eras, por si acaso. Besos

  3. Gracias mil, mis queridas Elena y Luisa. Y no dejar de aprender de seres tan increíbles como vosotras.
    Un fuerte abrazo.
    Juana.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *