Caballero, yo no le he dado permiso
Ya me lo dijo mi madre:
Hija mía, eres carne de cañón.
Caballero,
yo no le he dado
permiso
para que entre
así,
tan reventándome
la sangre,
ni tan dejándome
el corazón
en carne
viva.
Por favor,
antes
de desaparecer
por completo
de mi vida,
no olvide
llevarse
su cepillo de dientes y
dejarme
la receta
del arroz
con bogavante
que tanto
me enloquece.
(O es que sólo los hombres van a querer por el estómago…).
Yolanda Sáenz de Tejada
Colaboradora de esta web en la sección
«Tacones de Azúcar»
Muchas de nuestras madres lo veían así, de ahí su maestría culinaria, dirigida no sólo a los maridos sino a los hijos, bien está que la cosa se vaya invirtiendo…