BAJO EL MISMO DIOS
La vida se nos gasta inútilmente
queriendo a toda costa ser felices.
Robar de la memoria los errores
y que nada sonroje a la conciencia.
Cambiar lo inamovible:
es ése nuestro sueño inmarchitable.
Del amor perjuró san Agustín.
Renegó del vientre cálido de Floria
como un ángel ingenuo
que huyera de la estela del demonio.
Otros pecaron sólo por costumbre,
a sabiendas, como pecan los cuervos,
y los ves hoy apresados,
bajo un aura de casta integridad,
en un insólito plumaje blanco.
Qué pasión tan inútil
es esta de vivir para la muerte,
intentando aflojar de piedras los bolsillos.
Qué vana ilusión la de olvidar,
pretendiendo estrenar otra conciencia.
La vida se nos muere cada día
queriendo a toda costa ser felices.

San Pedro arrepentido -Rembrandt
Juana Fuentes
Precioso poema. Cuando lo leía recordaba una de las últimas entrevistas hechas a Borges; a la pregunta de si se arrepentía de algo en la vida él contestó:«Sí, de no haber sido más feliz».
Un abrazo.
Eliminar piedras de los bolsillos para ser feliz; podar versos hasta alcanzar la esencia de lo poético: ese, está claro, es tu cometido.
Hermoso poema para sobrevivir a la muerte.
Muchísimos besos, Juana.