«Lo que no entendía tan bien es por qué le reñía con aquellas palabras que parecían trabalenguas o enigmas como «rica es la orden», ni por qué su madre decía «sentar la cabeza» en lugar de algo más sencillo como «pórtate bien «o «no seas revoltosa».
La pequeña Alina es un libro de Cristina Álvarez Reinares. Normalmente no hablo de los libros para niños que leo que no son pocos, pero con este me ha pasado algo curioso. Me he divertido mucho leyéndolo. Y me he divertido porque no es el típico libro para niños, porque Alina puede ser mi hija o cualquiera de sus hijas y se enfrenta a la vida de los adultos con el estupor que creo que cualquier niño de ocho años se enfrenta a un mundo que desconoce y parece tener sus propias claves. Un mundo extraño porque los adultos hablamos con dobles y triples sentidos y no somos claros, con lo sencillo que es decir lo que queremos y no intentar que el resto nos adivine lo que pretendemos decir. Y creo que en esa texitura cualquier chico, incluso cualquier adulto estaría perdido. Y después hay una ternura inmensa ante los abuelos. Y eso me gusta. Me gusta porque creo que en una sociedad como la nuestra los abuelos son un pilar en muchos sentidos. Cuidan a nuestros hijos, les hablan de los tiempos pasados y en Alina me he encontrado con una abuela especial, que necesita cuidados pero que aporta mucho también sobre todo ternura y expresiones como «rica es la orden» o «sentar la cabeza». Y creo que leer sobre una niña traviesa, pero no noña, sobre abuelos, perros, caza, clubs de chicos, piscinas en verano, trabajo y reflexionar sobre lo que todo eso significa en una sociedad como la nuestra desde el punto de vista de un niño y desde el nuestro esos adultos que creamos mundos. Todo esto con cariño, sin noñería y bastante humor.
Puede ser un buen libro para iniciar la lectura.
Brisne
Colaboradora de Canal Literatura en la sección “Brisne Entre Libros“
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