Gonzalo y yo quedamos de vez en cuando para conspirar.
Desde la última vez que nos vimos, han pasado muchas cosas y teníamos mucho tema: la amenazante intervención del FMI que los bancos intentan retrasar inflando sus balances con inmuebles sobrevalorados, el totalitarista aviso a navegantes que supone la utilización de los controladores como carnaza, el interminable estado de alarma, el tipo de Olot que se ha cargado a cuatro personas mientras el PSOE intenta retirar 800.000 armas a los cazadores (piensa qué utilizó el albañil levantino para hacer sangre y saca tus propias conclusiones), las bombas que los anarquistas están enviando a distintas embajadas italianas… (tengo que comprobar si los destinatarios son los mismos países que ya recibieron cartas bombas hace unos meses en Grecia)
Y también, como buenos amigos, teníamos que felicitarnos la Navidad.
Como él disfruta de una economía más saneada que la mía, hoy me ha invitado a unas cañas. Camino del bar, íbamos relamiéndonos con los titulares de todo lo que teníamos que conspirar y, cuando Gonzalo ha pedido la primera ronda, se ha vuelto hacia mí y me ha dicho con imperativo tono revolucionario:
– Fuma, fuma coño. Que a partir del día 2 no te dejarán.
Proscritosblog
Nidiosniamo
Fotografía de johanbrits