Europa, desierto demográfico. Por Luis Henríquez Lorenzo

Europa, desierto demográfico

«Pareja con 13 hijos varones no se detendrá hasta tener una hembra», leo en un enlace de Facebook, hoy miércoles 14 de septiembre de 2016.

Hoy día, el 98% de los fieles católicos en edad fértil, conscientemente –esto es, con toda probabilidad usando métodos anticonceptivos, prohibidos por un Papa tan conciliar como Pablo VI en su Humanae Vitae–, no pasa de la parejita, aunque en lo profesional se ganen la vida gracias a la Iglesia católica: escuela católica descatolizada, universidades católicas descatolizadas, profesorado de Religión católica para la escuela pública casi siempre compuesto por burócratas, apóstatas, tibios, advenedizos, mediocres, secularistas… Esta realidad, generalmente consentida por obispos, curas, agentes de pastoral, responsables académicos y similares, es una ignominiosa vergüenza que pone de manifiesto lo enferma que está esta Iglesia, esto es, la espantosa apostasía que impera, en general en la sociedad, quién lo va a dudar, en el mundo entero, y en particular en la Iglesia, que es como si se estuviera cayendo a pedazos.

Abundando sobre el particular de la mentalidad antinatalista dominante, al menos reconozcamos que si la joven mujer católica en cuestión pertenece al Camino Neocatecumenal, al Opus Dei, y en menor medida a otros grupos hijos del Concilio Vaticano II –que yo acepto–, como Focolares, Renovación Carismática, comunidades de San Egidio, etcétera, también se pueden excepcionalmente encontrar casos de familias jóvenes abiertas a la vida, con 3, 4, 5 hijos…

Mas si donde miras o buscas es en los grupos dizque católicos progres, ¡uf! Aquí es, salvo muy raras excepciones, la mentalidad secularista y antinatalista exactamente la misma que la que te encuentras en la progresía agnóstica o atea, honrosas excepciones aparte, insisto.

En la diócesis de Canarias, por ejemplo, típica diócesis secularizada a tope, al menos es así, según mis cortas entendederas. Pero claro, esta Iglesia es cada día que pasa menos católica. Menudo drama. Porque consideremos además que las mujeres musulmanas, también las jóvenes que se han ido instalado en Europa, manifiestan tener mucha más asumida su vocación de esposas y madres, de manera que es lo más normal del mundo ver a parejas o matrimonios de musulmanes con dos chiquillos caminando al lado de los padres, bajo la atenta mirada de estos, más un tercero en el carricoche llevado por la madre y no raramente un cuarto en el vientre abultado de la mujer. Hoy por hoy, con las excepciones que ya he citado de grupos apostólicos hijos de la primavera del Concilio Vaticano II (Camino Neocatecumenal, Opus Dei…), solo son generosamente fecundos los matrimonios formados por católicos tradicionalistas, que son los que no aceptan el Vaticano II: lefebvristas, tanto los adscritos a la FSSPX (Fraternidad Sacerdotal San Pío X) como los que son más críticos con el curso o devenir actual de esa fraternidad fundada por monseñor Marcel Lefebvre, en la actualidad presidida por monseñor Fellay, y sedevacantistas, en general, por lo que sé, mal avenidos con los primeros.

Y a todo esto, pobre de ti o inocentón si pataleas y protestas y criticas este «desorden establecido en la Iglesia» y te atreves a escribir cartas y pedir audiencia una y otra y otra vez a las responsabilidades diocesanas locales y hasta elevas tu voz hasta el Papa de Roma… Es como si fuera cierto, palmariamente cierto, que como no seas gay, agnóstico, ateo, feminista, progre, irenista, abortista, relativista, judío, cristiano protestante, y si encima se le ocurre a alguien asegurar que tienes cara de pepinillo en vinagre, de contador de rosarios o de Dios sabe qué…

Total, peor lo está pasando Asia Bibi. Su vida pende de un hilo, y de ella, joven esposa católica y madre de 5 hijos encarcelada desde hace años en Pakistán, las autoridades de esta Iglesia… Como para no consolarse uno considerando los sufrimientos de la cruz de Cristo, quien nos invita a ser copartícipes de los sufrimientos redentores de la Cruz, no por que propiamente haga falta añadir sufrimiento alguno a un sacrificio expiatorio perfecto, sino porque es una manera de unirnos más al misterio de Cristo.

desierto

Postdata (a modo de aclaración): Dios me libre de pretender juzgar a los padres y a las madres que en el ejercicio de su libertad deciden no tener hijos en sus experiencias de vida en pareja, o tener 2 o tener 15, los que sean, y mucho menos considerando el drama de tantos matrimonios y parejas que aun deseando hijos biológicos no los pueden tener; me limito a exponer la doctrina de la Iglesia sobre la familia cristiana, y ulteriormente constato una evidencia: la mentalidad antinatalista es predominante, especialmente en el Occidente descristianizado. La Iglesia, en perfecta sintonía con la Sagrada Escritura y toda la Tradición, ha alabado siempre las familias numerosas, que manifiestan un signo de confianza en la providencia de Dios, y asimismo manifiestan la delicada y esforzada generosidad de los padres al acoger el don de la vida como signo de la bendición del Padre. Es esto.

 Luis Henríquez Lorenzo

Profesor de Humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.

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