La ira de Iztarú asusta en la isla de Hero, los alisios nos dan la espalda y el diapasón vibra emergente sacrificando suspiros. Sospechas de cataclismos, impregnan las emociones de los bimbaches y el Garoé resiste las embestidas, destilando las brumas que vienen del fondo.
Por detrás del espejo, un antiguo cormorán busca un niño perdido en el barrio, milongas tristes resuenan en Balvanera a la vez que cientos de pájaros emprenden el vuelo en Alabama.Matías llora perdido en la Peatonal y Discépolo modula su Cambalache en el alma del bandoneón..
….el siglo XX es un despliegue de maldad insolente…
Por aquí, las sombras oscurecen el amanecer, como un héroe caído llegando al Valhalla , sonrío por llegar a mi destino….fados del pasado que embalsaman mi despertar, durmiendo en una fotosíntesis de días nublados que abrigan las lluvias del presente y alumbran tu manto carmesí.
Caminos furtivos detrás de viejas estrellas que nos trajeron hasta aquí, océanos que atraviesan el azud, girando las auroras de los pueblos ocultos donde la noche polar inflama los cielos.
Penumbra inmensa de reflejos traviesos que inspiran sinceridad, que derraman charcos de hielo con sabor a deseo y hostigan centellas de fuegos que emanan a través de mi ventana.
José Gonzalez
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